lunes, 25 de abril de 2011

La puerta de entrada del enemigo

Una de las principales puertas por las que el diablo accesa a la vida de los creyentes es el oir. Cuando prestamos atención a su mentiras le abrimos las puertas de nuestro entendimiento y de nuestro corazón. El gran error que cometió Eva en el Jardín del Edén fue escuchar a la "serpiente". Ella nunca debió escuchar lo que ella decía. Su ignorancia y desconociemiento de las artimañas de Satanás la llevó a destruir lo que Dios tenía para ellos.

Oir al enemigo puede convertirse en el mayor error que podemos cometer los hijos de Dios. El diablo es astuto, él no se acerco a Adán para hablarle, lo hizo con Eva, ¿por qué con Eva y no con Adán?

Bueno, a la mujer por naturaleza le gustan las palabras dulces, a ellas les gusta escuchar que son hermosas, importantes y valiosas. Por eso cuando una esposa no lo escucha de su esposo, esta siente que ya no la quieren o es importante para él. El diablo se aprovechó de eso para seducir el oído de Eva.

Tres cosas que el diablo entendió:

1. Satanás sabía esto de las mujeres, por eso usa a hombres aprovechadores que seducen a muchas mujeres con palabras dulces, les prometen el cielo y las estrellas, cuando lo único que buscan es su cuerpo. Tristemente, muchas mujeres les creen y terminan siendo víctimas. Terminan siendo destruidas y abondonadas después de quedar embarazadas o después de haber sido usadas para sexo. Su dignidad, su valor como mujer se pierde, y a partir de ahí a muchas se les termina la alegría de ser mujer. Dejan de arreglarse, se descuidan físicamente y emocionalmente, sienten que ya no valen o que solo para eso las buscan.

2. El enemigo sabe también que las palabras endulzan del oído de una mujer y las lleva a caer en chismes, lastimosamente muchas tienen ese problema (aunque hay hombres que también son bien chismosos), se prestan para llevar comentarios de aquí para allá y terminan adquiriendo una mala reputación y siendo rechazadas por eso. Pero también se convierten en personas que destruyen la vida de otros a através de esos comentarios. El enemigo las usa como instrumentos para dañar.

3. El diablo sabe que detrás del oído dulce a las palabras de una mujer, hay un hombre que es débil a la voz dulce de una mujer. El puede hacer caer a un hombre a través de ella, como le sucedió a Sansón. El otrora gran y fuerte hombre, fue reducido a la miseria espiritual por las palabras amorosas de Dálila.

Hermanas, guarden su corazón, pero también guarden sus oídos, no dejen que el enemigo las endulce, porque todo lo que él quiere es destruirlas, pero también destruir la vidad de otros a través de ustedes.

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