Hoy día la familia ha pasado a segundo plano, ya no es tan importante como lo solía ser. Las parejas no quieren comprometerse en matrimonio, más bien prefieren vivir en unión libre por aquello de que no resulte, sin importar si hay hijos de por medio que vayan a sufrir.
En esta época de navidad todo se vuelve fiesta y diversión, con los amigos, compañeros, etc. pero tomar un tiempo para la familia, para realmente disfrutar juntos parece algo imposible. Después de un largo periódo de trabajo todos se merecen un descanso y hasta de la familia.
El tesoro más hermoso que podemos tener es la familia, son las personas con las que conviviremos en unión y relación duradera, son los que al final quedan cuando vienen los momentos difíciles y cuando atravesamos esos valles de oscuridad.
No hay mejor tiempo para invertir, que cuando compartimos con la familia. Yo tengo una técnica llamada "el poder de un helado". Es algo que he practicado con mis hijas y mi esposa desde el comienzo de nuestro matrimonio, ya durante 18 años. Saco tiempo con mis hijas, nos compramos un helado y mientras los saboreamos, caminamos y entablamos una conversión personal acerca de cosas personales e íntimas, sin darse cuenta mis hijas o mi esposa nos revelamos cosas y nos aconsejamos y ayudamos a solucionar esos conflictos diarios de la vida.
Le animo a que la ponga en práctica, es muy eficiente, se fortalecen las relaciones, se conocen mutuamente y se ayudan a salir adelante en las cosas cotidianas.
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